22 de febrero de 2015

Certeza



La soledad ingresa en nuestra casa
por el ojo de la cerradura.
Cuando la descubrimos, ya es tarde:
ocupará su lugar, en silencio, 
con la displicente insolencia
de los no invitados.
Medrará a nuestro costa;
muchos serán los días o las noches
en los cuales su obstinación
resulte intolerable.
No conviene impacientarse con ella:
aún puede clavarnos más hondo
los dientes de su presencia.
Sin embargo, apenas advierta
una grieta de alegría 
en el muro de nuestra tristeza,
partirá de inmediato,
muy segura de sí misma
y libre de rencores;
es una buena perdedora.
De todos modos sabe que, 
en cualquier momento, 
volverá para quedarse.

Carlos Spinedi 





Pintura de Taras Loboda



14 de febrero de 2015

Todo el mundo lo entiende, ¿verdad?


No sé si el primer amor te cambia la vida, algo exagerado creo yo, pero el sentimiento nunca muere del todo. Se olvida, pero se recuerda.

Rememorar el primer encuentro, ese momento mágico en el que dos personas se hacen uno, todo a su alrededor se para, no existe. Se ha producido una especie de paréntesis, un signo de interrogación encima de nuestras cabezas... como el de los tebeos. En ese momento no ocurre nada, cruzas cuatro palabras, pero ya te vas a casa con esa persona metida en tu cabeza y hasta el siguiente encuentro, por casualidad, ya no has dejado de pensar en él.

Es así como se escribe un amor en nuestra memoria, así es como empezamos a contarla, recordándo con toda nitidez cada uno de los detalles, llegando incluso a respirar el aire de aquel primer encuentro, su olor, su respiración. Tampoco olvidamos su final, pero eso lo contamos entre lágrimas, con el dolor ya anestesiado.

Es la primera vez que te enamoras, pero ¿qué lleva consigo? ¿porqué siempre lo recordamos? Porque cualquier cosa que hacemos por primera vez es difícil de olvidar, nos deja una marca en el alma y en el corazón. Nos entregamos de una forma desmedida y  pensamos que es la única persona que habrá en nuestra vida. Despertamos a una gran variedad de sentimientos que no habíamos experimentado antes por nadie. Nos sentimos crecidos, plenos, vulnerables, sinceros y dispuestos a entregarlo todo.

Da paso a numerosas sensaciones: la ilusión, la ansiedad por verle, el cosquilleo cuando el momento se acerca, la plenitud sólo por haberlo visto, o la decepción y el dolor por no verlo, el sentido de pertenencia, la desilusión, el enojo incontrolable, la alegría desbordante, todo ello elevado a la máxima potencia, estados de ánimo que hasta ahora desconocíamos.

Si el amor es cualquier cosa menos simple, en su humdimiento lo es todavía más, ¿termina por condicionarnos futuras realaciones?, ¿buscamos parejas que se parezcan a ese primer  amor?, o por el contrario, si la primera relación fue perturbadora, ¿nos blindamos y las siguientes las vivimos recogidos, inseguros y ya no volvemos a entregarnos como aquella vez?, ¿los demás son sólo para olvidar?

Todo el mundo lo entiende, ¿verdad?


Maryflor






En su nombre se unen destinos,
se cometen delitos, 
se hacen locuras,
se rompen promesas y corazones.
El amor se ofrece por un proceio,
se mediga,
se desea, 
se añora,
se intercambia.
Para algunos engorda,
otros se consumen bajo sus embrujos,
a algunos les quita el sueño y el aliento,
a otros vigoriza.
Esta en el aire,
entre las sábanas,
detrás de los cortinados,
sobre los tejados.
El amor atrae,
repele,
sacude,
hunde,
eleva...
El amor a veces , interfiere,
irrumpe,
persigue,
penetra.
Da frutos
y también los quita.
Da alas y también espinas.
Roe, 
consume.
Alivia,
contiene,
inmuniza ¿Cuánto dura el amor?


Victoria Branca




12 de febrero de 2015

Citas


"Siempre hubo en mí, al menos, dos mujeres. Una mujer desesperada y perpleja que siente que se está ahogando y otra, que salta a la acción, como si fuera un escenario, disimulando sus verdaderas emociones, porque ellas son la debilidad, la impotencia, la desesperación y presenta al mundo sólo una sonrisa, ímpetu, curiosidad, entusiasmo, interés."



Anaïs Nim





Fotografía de Elena Vizerskaya




8 de febrero de 2015

El sufrimiento emocional


La vida no es fácil, implica riesgos, nos somete a pruebas que desconocemos, encontrando infinidad de obstáculos y realidades que nos marcan para el resto de nuestra vida. Sufrimos por lo que desearíamos que fuera y no es, por lo que esperábamos que hubiera sido y no fue, por lo que queremos que sea y no llega, nos anclamos a los recuerdos dolorosos con tal intensidad, que llegamos a creer que nuestra vida es sólo eso. Nunca estamos preparados para las situaciones inesperadas, pero eso es lo que nos forja como personas, la forma en que nos enfrentamos a la vida. A veces, nos resulta tan complicada, que depende de la fortaleza que tenemos para afrontar nuestro dolor y encontrar la salida, pero esto es diferente en cada uno de nosotros, depende de las situaciones que nos toquen vivir, de nosotros mismos, y de nuestro carácter.

Todas estas circunstancias intervienen en nuestra vida, dejando cicatrices que seguramente ahí se quedarán para siempre, heridas de angustia, carencia, tristeza, desengaño, y un dolor que prevalecerá latente transformando nuestras vidas. El sufrimiento se ha apoderado de nosotros, nos ha tomado de la mano convirtiéndonos en su compañero inseparable, impidiendo nuestra superación personal, es decir, nos estanca, no podemos decidir con claridad, cometemos los mismos errores una y otra vez. Somos incapaces de controlar nuestros pensamientos, lo que ocurrió ya pasó, pero dejó una herida que se convirtió en un martillo sobre un clavo, que a base de golpes profundiza en el agujero.

El sufrimiento emocional nos indica que quizá estamos aguantando algo que deberíamos dejar, tal vez hemos de aprender a decir no, o sí, o a poner limites, pero la mayoría tomamos la decisión de huir, éste se acumula en nuestro interior hasta que uno se encuentra deprimido o con necesidad de explotar o, lo que es peor, nos debilita, nos hace tan frágiles que llega un momento en que nos produce una grieta interna, nos embota la mente, nos acostumbramos a él y buscamos respuestas. Entonces empezamos a preguntarnos por las razones de por qué sufrimos, y a continuación, lo justificamos, anestesiándonos.

El dolor esta relacionado con algo, con una experiencia, con una persona, respecto a algo que poseemos o no poseemos, el sufrimiento no existe por si solo; como el temor, tampoco puede existir por si solo. Hay personas que son capaces de enfrentarse a la adversidad con valentía y sacar algo positivo, porque descubren en ellos una fuerza que no creían tener, otras en cambio, encaran la situación con coraje, pero no son capaces de superarlo. En mi opinión la frase tan repetida de que el sufrimiento te hace más fuerte es mentira, el sufrimiento en sí no nos hace más fuertes, termina por replegarnos.

Como todos nosotros, a lo largo de mi vida, he sufrido padecimientos que he tenido que ir asumiendo como he podido, pero que me han dejado profundas cicatrices emocionales. No quiero ser una persona pesimista, pero es difícil encontrar sosiego interior, es difícil no venirse abajo, es difícil aguantar lo que te está ocurriendo. Soy afortunada en muchas cosas que no valoro suficientemente, pero me hubiera gustado que el dolor no me hubiera hecho cobarde, no me hubiera hecho retroceder y, no me hubiera hecho detenerme, pero así ha sido.

Este es un sentimiento intransferible, nadie puede hacer nada por nosotros, es un camino que debemos recorrer solos; una vez leí que para evitar que una mariposa sufra al salir del capullo, la ayudamos a abrirlo, la mariposa no utiliza su propia fuerza, sus alas se debilitan y muere. Es ella la que debe atravesarlo para fortalecerse y así poder volar.

Maryflor







7 de febrero de 2015

Flores tardías


... Cayeron las primeras nieves, tras ellas las segundas, las terceras y durante largo tiempo se extendió el invierno con sus crujientes heladas, montones de nieve y carámbanos de hielo. Odio el invierno, y no me creo a los que dicen que les gusta: frío en la calle, humo en las habitaciones, humedad en los zuecos. Un día severa como una suegra, otro lloroso como una solterona; el invierno aburre muy rápidamente con sus mágicas noches de luna, sus paseos en troika, sus cacerías, sus conciertos y bailes. Dura demasiado y acaba envenenando más de una existencia desamparada y tuberculosa.

... Hubiera dado todo con tal que en un pulmón de aquella muchacha dejaran de resonar los malditos jadeos. !Tanto él como ella tenían tantas ganas de vivir! Había salido el sol para ambos y aguardaban la luz del día... Pero el sol no los libró de las tinieblas y... !las flores no florecen cuando el otoño está avanzado!..

Antón Chéjov







4 de febrero de 2015

Después


Es otra,
acaso es otra
la que va recobrando
su pelo, su vestido, su manera,
la que ahora retoma 
su vertical,
su peso.
Y después de sesiones lujuriosas y tiernas
se sale por la puerta entera y pura,
y no busca saber,
no necesita,
y no quiere saber 
nada de nadie.


Idea Vilariño 




Fotografía de Lillian Bassman




3 de febrero de 2015

Pavos reales y otros pájaros del jardín


"Cuerpo feliz que fluye entre mis manos, rostro amado donde contemplo el mundo, donde graciosos pájaros se copian fugitivos, volando a la región donde nada se olvida."


Vicente Aleixandre





  Frank T. Zumbachs





  Alexander Mark Rossi





  Andrey Remnev




Ben Smith





 Andrey Renmev





 Eugene Joors






 Andrey Renmev





Felix Mas





 Andrey Remnev





 Frederic Leighton Yasmeenah





 Gaspar Camps



 


Georges Barbier






 Maria PaceWynters





 Nancia FranceVaz



 

 Sue halstenberg





 William Holman Hunt





  Nadezhda Illarionova





József Rippi-Rónai



"Que mi corazón esté siempre abierto a pequeños pájaros que son los secretos de vivir."
  

Edward Estlin Cummings