14 de septiembre de 2014

El sufrimiento es la negación de los cambios de la vida


Nos guste o no, lo aceptemos o lo rechacemos, nada es permanente en la vida, todo cambia, y ante este hecho, tenemos dos opciones: fluir, o aferrarnos al pasado, a las personas, o a las situaciones tanto positivas como negativas.
Las células de nuestro cuerpo se regeneran cada siete años, biólogicamente somos personas completamente nuevas, es posible que parezcamos los mismos, pero todos cambiamos para siempre.
Decimos constantemente "la gente no cambia", sin embargo, somos pura energía; y la energía está permanentemente cambiando, transformando, creciéndo y muriendo.

Las principales cosas a las que nos aferramos son:

Una relación. 
Sucede cuando somos dependientes de la otra persona.

Pensamientos equivocados.
A través de los años aprendemos conductas que nos sentimos incapaces de modificarlas, por rigidez, por no tener una motivación, por miedo y por la falta de disciplina necesaria para hacer el esfuerzo que requiere.

Emociones negativas.
Ira, rencor, culpa, que aparentemente nos hacen sentir una sensación de poder y de control, pero que nos desgastan emocionalmente.

Recuerdos que nos causan dolor.
Nos agarramos a éstos porque refuerzan nuestra imagen de víctimas o, para no enfrentarnos a un presente que no sabemos manejar.

Esperanzas.
Sueños sin sentido, que no están basados en la realidad.

Independientemente de saber el motivo o no, el tratar de aferrarnos nos impide crecer y nos hace sufrir. Fluir significa soltar, abrir nuestras manos y dejar ir, como la arena que se desliza entre nuestros dedos a su propio ritmo. Hay que dejar de forzar una situación para que se dé como nosotros deseamos que se dé, aunque no haya los elementos necesarios para que así suceda.


¿Abandonar los apegos significa apartarse del mundo?

No, uno no usa su vida, uno la goza, y no hace depender su felicidad de terceros. El apego produce ansiedad, cuando estas ansioso te aferras a algo así, difícilmente podrás gozarlo.
Debemos renunciar a la posesividad, a la tensión.

Todos nuestros sufrimientos vienen de nuestros apegos.

La soledad que sentimos viene de nuestos apegos.

¿De dónde viene el sentimiento de vacío? el origen es el mismo.

Nuestros temores, también son el resultado de los apegos.

Sin apego no hay temor. 

Maryflor 


"Entre las orillas del dolor y el placer fluye el río de la vida. Sólo cuando la mente se niega a fluir con la vida y se estanca en en las orillas se convierte en problema. Fluir quiere decir aceptación, dejar llegar lo que viene, dejar ir lo que se va".


Sri Nisargadatta Maja








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